lunes, 21 de febrero de 2011

Noches de Jazz

                                                 Léase con "Almost Blue" de Diana Krall.
                                            http://www.youtube.com/watch?v=_z7X8fbNIkI


Me invitaba a escuchar jazz,
a dejarme llevar por las líneas del contrabajo.
La lentitud de aquel octubre
me enseñó a apreciar                           
                                                             los matices de la voz,
                  los colores del piano.

Como una noche presentida,
sin vasos ni alcohol,
paseamos por callejones desconocidos,
como una tentación que no entiende de maneras.
Sin poder resistir.
Déjate llevar, yo te guiaré.
Como dos locos intentando mantener el equilibrio.

Cerrábamos las salas,
buscando un segundo más de conversación,
un último acorde antes del adiós.
Un último motivo que me lleve a no dormir esta noche.
Otra noche más sin ti,
como un funambulista perdiendo el equilibrio.


La lentitud de aquel octubre
me enseñó a apreciar
                                                              los matices de tu voz,
                                                                                                             la suavidad
                                                              de tus manos.

martes, 8 de febrero de 2011

Ecos de mareas (Con "Diario Anónimo")

Fusionando procesos creativos con "Diario Anónimo" (diarioanonimo.blogspot.es ) ha salido esto! Un modo diferente de escribir (a dos manos) aunque con la misma esencia de mar y norte.


Puede que el tiempo se haya olvidado de nosotros,
de rescatarnos de estas ruinas,
de los vasos rotos,
de las rutinas perdidas.
Puede que los días hayan volado contra el viento,
que la niebla haya dejado marcas en tu espalda,
entretanto busco un final inacabado
y encuentro en otros labios lo que no me diste,
pero tu sombra siempre me visita
en los momentos más oscuros de la noche.
Despierto,
sigues a mi lado,
inmóvil, fría, indefensa,
disfrazada de mentiras y apariencias.
Mi eterna noche de jueves,
mi cena de domingo.
Aquellas playas que un día recorrimos,
hoy fotografías y bolsillos de arena,
nos miran con ojos de ternura
como recuerdos que volvieron a la vida.
¿Y si algún día fueses tú la que volviera?
Momentos que se mueren en los bares,
en las noches en que fuimos más que amigos,
en los amaneceres a tu lado,
tus palabras en el rompeolas
y los ecos de las mareas nocturnas
retumban en mis oídos
como un vuelo de gaviotas solas.
Puede que los amaneceres que nos esperan
sean a diferentes horas,
que te bese como nunca
y me ames como siempre,
que en algún poema descubras
los sitios en los que podríamos haber estado,
que recordemos las batallas ganadas
y no olvidemos las historias perdidas.
Ahora que todo puede ser como era
aquí tienes las llaves,
róbame el corazón.

domingo, 6 de febrero de 2011

Tarde de otoño y terrazas

Parecían una pareja reciente, sin complicidades de café.
Él la miraba intensamente y ella hablaba del último verano,
de viajes en furgoneta y luces de fiesta,
de noches, de canciones y danza,
de hoteles y alcohol.
-¿Recuerdas?-
Mientras tanto él asentía, reía,
intentando acercarse distraídamente a sus manos.
Diferentes maneras de cautivar.
Yo los observaba desde mi mesa,
haciendo que escribía una nueva canción,
aunque solo estuviese dibujando bocetos de su historia.
-Fuimos los reyes de la noche,
tus cuatro cuerdas y mi manera de bailar.-
Teloneros de estrellas en días de decadencia.
Pasaron minutos, miradas,
gestos y caricias intencionadas,
él se puso serio y dijo algo acerca de la inspiración,
de compartir la vida, del amor.
-Tenía algo que enseñarte pero necesitaba una guitarra.-
Sus dos miradas se encontraron con la mía
y yo no pude esconder mi sonrisa.
-Perdona chica, ¿cuánto cuestan tres minutos de tu alma?-
Él empezó con acordes menores,
letras sobre noches en puertos,
viajes, pueblos y recuerdos,
meses en el backstage del silencio.
Ella lloraba, sorprendida por sentimientos que desconocía,
emocionada por una voz que la amaba desde las sombras.
Aquella tarde de otoño y terrazas,
una pareja muy reciente me pagó el café,
sin saber que me regalaban
una historia más para mis páginas.