martes, 19 de abril de 2011

"A mil kilómetros del sur": IV-A veces

A veces arriesgamos demasiado,
y esta vez tampoco supe jugar mis cartas.
Aquí, sola,
en la arena,
pensando en mi pasado.
Vendiendo mi vida a cambio de
locuras, de insensateces moribundas.
Últimamente tengo la sensación
de que el mar lleva más salitre de la cuenta,
parece que todas las bateas han venido a por mi,
como trampas mortales,
desde mis rías,
como amenazas que me anclan a la lluvia,
eterna de verano,
de un verano contigo
y de unas maletas sin mí.
He perdido mi interior
por buscar el fuego de tu mirada.

Quizás sea que hoy es un mal día,
pero de todas las promesas
que nos hicimos,
solo quedan escombros
con restos de cielo de ciudad.
De todas las horas que viví a tu lado,
me quedo con las ausencias,
con el echarte de menos,
con las sombras del pasado
y el oeste de tu mar.

A veces arriesgo demasiado,
nunca se me dio bien jugar a las cartas.

jueves, 7 de abril de 2011

El calendario ha cambiado su ritmo...

El calendario ha cambiado su ritmo
se deja llevar por una nueva melodía.
Abril empieza diferente,
esta vez lo intenta con acordes de blues,
pero algún tipo de melodía alegre cambia sus planes,
sus habituales intenciones de lluvia.

Los horarios de verano han llegado a los parques,
y yo vuelvo a salir acompañada,
buscando un rincón para perderme,
de mi guitarra y mis libretas,
para conocer los misterios de tu cuerpo.

La tarde se escapa en Bonaval
y apareces desbandado de tus estrictos horarios,
invitándome a volver a la ciudad,
acompañándote al mejor de los anocheceres.
Sabes tan bien como yo
que un buen día de sol
nunca puede terminar en camas separadas.