sábado, 31 de diciembre de 2011

"Entre olas oceánicas"

Entre olas oceánicas se despide un viejo año
dejándome rodeada de historias y sonrisas,
de grandes momentos,
de té rojo y cocodrilos;
encontrando secretos debajo de las piedras,
y con la culpa del viento a la espalda
descubro que aun me falta mucho
para estar preparada
para la vida,
para el amor,
para pagar las facturas de la luz.

Con 120 poemas de Ángel González en el bolso
y 26 años sonando en todas partes,
me dirijo velozmente hacia un nuevo año.

En busca de instantes únicos,
de apuntes interesantes,
de nuevas novelas, canciones,
historias en vagones y viajes
al fin del mundo,
a lugares escondidos entre el paisaje,
a nuevas ideas, personas, abrazos.

Nunca había visto un mar tan verde,
con tantos matices,
tan lleno de esperanza.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las noches que no dormiremos en Berlín

Hoy me han venido a visitar los hijos que nunca tendremos,
he tenido que terminar con todas las copas que nos esperaban en los bares.
Es curioso ver cómo el tiempo que un día nos prometimos
desaparece entre mi voz, condenado por palabras sinceras.
Los museos que nunca veremos (juntos por lo menos)
y las noches que no dormiremos en Berlín,
han llegado desde un falso futuro como horribles provocaciones
que me llevan a pensar de nuevo en ti,
en todo lo que podríamos haber sido
si yo no fuese tan exigente,
si tú no fueses tan peculiar.
No habrá más fotografías, conciertos,
hoteles, estrellas,
no habrá más amor.
Ha empezado una etapa de recuerdos,
de echar a veces de menos,
de salitre y sentimientos aferrados al cuerpo.
Tu ausencia será mi pena y a la vez mi salvación.