viernes, 29 de junio de 2012

Double room for single use


El otro lado de la cama me mira callado,
en la almohada descansa mi móvil,
su reloj y la tarjeta de la habitación.
-Low cost, no place for bedside tables-.
Me mira callado, tranquilo,
perfectamente perfecto.
Nunca había disfrutado tanto del silencio.

Invierno de nieve libre


Esa sensación de romper con todo,
de empezar de cero.
Ese aire de novedad que llega desde el norte
anunciando un invierno lleno de promesas,
de sueños e innovaciones,
de nuevos te quiero sin manchas de sexo.
Un invierno más frío y a la vez más luminoso y transparente
que el otoño cabrón al que estaba enganchada
en aquella estación de nostalgia.
Un invierno de nieve libre,
la mejor preparación para la primavera.  

La mujer que volvió a ver el mar


Una juventud agitada, años ochenta,
Alaska y Nacha Pop ponían ritmo a sus aventuras.
Alcohol, besos, humo, luces,
sexo inseguro a la luz de las estrellas.
Acetaldehído, mar, alquitrán, sombras.
Huidas inesperadas a plena luz del día.

-La vida a veces es una puta mal vestida-
y clava su mirada en mi hombro derecho.
-Él no merecía morir tan joven-
y yo fijo mi mirada en la carretera.

Silencio.

Intermitente a la izquierda.

Silencio.

Nadie merece morir tan joven.

Aquella tarde,
después de muchos años,
después de un funeral,
la llevé de nuevo a ver el mar
y juntas rompimos su cadena perpetua.



domingo, 17 de junio de 2012

Toda mi vida entra en el corcho de la pared


Toda mi vida entra en el corcho de la pared.
Toda mi gente inmortalizada en los colores saturados
del papel mate que me ofrecieron como
“mejor acabado para tus mejores recuerdos”.- Puro marketing-
Todos me miran desde allí,
ven como estudio ocho horas al día,
como escojo la ropa con la que saldré esta noche,
el modo en el que duermo después de leer
ese libro de autoayuda,
después de pensar que no sé qué hacer
con mis días,
jugando en mi desván desordenado
de sentimientos.
Son caras felices, inundadas de sueños y motivos,
miradas llenas de luz y cercanía.
Son las almas que me acompañan
en mis momentos de soledad.
Amigos de una vida,
los que siempre aceptan mis rarezas,
mi gusto por tener peculiaridades.
Los que siempre me perdonan,
aunque hayamos perdido la batalla.
Son los cuerpos con los que compartiré
esta noche de juventud y discotecas.