domingo, 28 de abril de 2013

Miedo, compañero de cama de las últimas semanas


Miedo, compañero de cama de las últimas semanas,
juegos, torturas y madrugadas compartidas.
Indefensión ante fuerzas mayores,
incertidumbre ahogando pulmones,
ansiedad en forma de hambre.
¿Qué hago yo con tantas dudas?
Opción fácil: morirse lentamente.
Opción difícil: vivir mi vida.

Justo antes de dormir


Últimamente me siento en el borde de la cama,
justo antes de dormir.
Y pienso que en los próximos mil seiscientos días
no volveré a sentirme así,
no volveré a ver esa lámina tras la puerta.
Y cierro los ojos, retengo el momento y respiro.
Y todos mis miedos aparecen de repente
y todas mis dudas
y todos los interrogantes que adornan mis sentencias.
¿Qué será de mí en dos semanas?

Fin de temporada


Siento que se acaba una etapa,
que es el momento de cerrar una puerta
para dar un paso grande.
Grande y firme.
Siento que mi tiempo en Santiago ha terminado,
que no me queda nada en esta tierra.
Recuerdos y lluvia.
Las calles empiezan a pesar más de lo normal,
los caminos recorridos se quedan atrás.
Fin de temporada.
Necesito salir y ver mundo,
descubrir otros lugares
donde pueda volar con mi libertad.
Perderme en una ciudad imperial,
desnudar nuevos cuerpos,
libres y sin estigmas.
Nuevo trabajo, compañeros,
cultura, modos de ser, nuevas comidas.
Aprender a vivir por ti mismo.
Cocinar, limpiar,
llegar a fin de mes, abrir una cuenta nómina,
colegiarse, alquilar un piso,
pagar facturas de la luz, agua, Internet…
Descubrirme a mi misma saliendo de problemas,
descubrir a la mujer que siempre quise llegar a ser.

¡María, libérate de tus miedos!


viernes, 12 de abril de 2013

A ti, que tanto juzgas


A ti, que tanto juzgas,
que tanto miras por tu propio beneficio,
del modo más egoísta existente,
a ti…que nunca has cumplido tus sueños,
que intentas deshacer los míos.
A ti, que crees tener la razón por encima de todas las cosas,
que mutilas mis ideas e ilusiones.
A ti, que miras con la amargura del que no cree en el futuro:

DEJA QUE VIVA MI VIDA

DEL MODO QUE YO CREA OPORTUNO

PORQUE AUN SOY JOVEN

Y VENCERÉ MIS MIEDOS.

lunes, 25 de marzo de 2013

Diez adjetivos para intentarlo


1. Hipnótica, en ti me quedé parada en un momento en el que necesitaba creer.

2. Misteriosa, tu voz rompiendo cadenas en la cárcel de mi tristeza.

3. Dichosas las manos que te acaricien en esta noche de tormenta.

4. Incongruente: mis ganas en guerra permanente con mis miedos. Se busca tratado de paz.

5. Midriáticas, mis pupilas al cruzarse con tu sonrisa.

6. Culpable, si no me atrevo contigo antes del abismo.

7. Expuesto, el próximo verano de recuerdos en tus retinas.

8. Prometedor, descubrir tus secretos a oscuras en mi dormitorio.

9. Onírico, el mundo en el que exploro las líneas curvas de tus labios.

10. Idiosincrásicos, los motivos que tengo para ofrecerte mis palabras.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Secretos


Si nos cruzáramos a la vuelta de la esquina,
de esta tarde o de la noche,
al margen de la vida que hemos llevado
los últimos ocho años,
me encontraría con tu cuerpo y tu voz,
con las ganas irremediables
de lanzarme a tu cuello y decirte al oído
todos los secretos que he estado guardando.

Tu presencia, taquicardia y disnea,
constante invariable a pesar del tiempo.
Si no tuviéramos al mundo en contra,
si no hubiera hijos y parejas, si la vida...

Secretos profundos, inconfesables,
como los sentimientos inmortales
que ha dejado tu paso por mi biografía.
Secretos que ocultaré hasta ese día
en el que nos crucemos,
a la vuelta de la esquina,
en el que no importen las obligaciones,
y todo lo demás sea secundario.

Por el momento me voy armando de valor
y salgo todas las tardes a entrenar,
para bajar las pulsaciones
que me produce la idea de volverte a ver.
Imagino que apareces de repente,
saliendo de cualquier portal,
sentado en un banco del paseo,
buscando un disco en Fnac
o incluso en una de esas exposiciones
en las que muchas personas tan sólo van a pasear.
Es entonces cuando fuerzo la bradicardia
con varias inspiraciones forzadas
y me convenzo de que seré capaz
de sonreírte, de aparentar tranquilidad
e invitarte a un café de puesta al día,
de llevarte a esa trampa mortal
en la que te darás cuenta
de todo lo que tú también sentías.

Primera vista en el supermercado



Hoy he soñado contigo,
nos conocíamos en el supermercado.
Yo buscaba un corazón
y tú ponías en venta algunos poemas.
En el pasillo de galletas y cereales
me encontré con tu sonrisa de saldo,
y después de comprobar
que tenía llena de esperanzas mi cartera,
me aventuré a acercarme.
Una conversación ligera de elaboración casera
terminó con un intercambio de teléfonos
sabor blackberry.
Nos despedimos y continuamos en dirección contraria,
algo más felices, algo más valientes,
pensando en ese momento
en el que abriríamos juntos
el champán francés que llevábamos
en el carrito de la compra.

lunes, 27 de agosto de 2012

Te lo preguntaré sólo una vez


Te lo preguntaré sólo una vez,
no quiero que contestes ahora,
no quiero que te lances al vacío,
que dispares palabras rápidas e inconscientes,
estipuladas por los cánones de la sociedad,
articuladas por la comodidad de una vida ejemplar.
No quiero que contestes ahora,
lo único que pretendo es que pienses,
que viajes al inframundo de tus deseos
y secretos más ocultos,
que desvistas con ganas tu apariencia
y aparques en un lugar perdido
todos los prohibidos,
todos los “deberías hacer esto
porque es lo que todos esperan de ti”.
Lo que intento es que despiertes,
que te sinceres contigo misma,
con tus motivos y decisiones,
que no dudes nunca más de tu verdad.
Te lo preguntaré sólo una vez,
no quiero que contestes ahora,
no quiero que te lances al vacío,
sólo pretendo que pienses.

¿Eres realmente feliz?

jueves, 5 de julio de 2012

Cuánto han crecido los niños


Cuánto han crecido los niños,
su infancia pasó de puntillas por nuestra juventud,
sumado años como quien suma en un ábaco,
jugando con el abecedario a escribir la palabra felicidad.
Ellos no tuvieron miedo
y nos enseñaron a hacer castillos de intenciones,
de buenos propósitos y nuevos sueños,
y nosotros, construyendo su futuro,
estudiamos un nuevo papel,
aprendimos cientos de algoritmos
que no venían en ningún manual,
en ningunos apuntes,
ni en los de anatomía,
ni en los de medicina interna.

Hace ya quince años que nuestro mundo ha cambiado,
inevitablemente para mejor.
Sin embargo,después de tanto tiempo,
después de esta noche,
de este reencuentro con la libertad
de los matrimonios recién casados;
después de descubrir la emoción en un escenario,
el agradecimiento en la voz desconocida
de alguien a quien he enseñado (sin darme cuenta)
algo básico para su vida;
me encuentro de nuevo
con los misterios y sorpresas que nos regalan los días.
Nadie sabe qué nos espera detrás de cada puerta,
detrás de cada hoja de seguimiento que podríamos cubrir.
Me encuentro con la incertidumbre de no saber
hasta dónde pueden llegar las consecuencias
de nuestros mejores actos,
me pregunto qué será de todos nosotros
dentro de otros quince años.
¿Cuántas canciones quedarán por escribir?


viernes, 29 de junio de 2012

Double room for single use


El otro lado de la cama me mira callado,
en la almohada descansa mi móvil,
su reloj y la tarjeta de la habitación.
-Low cost, no place for bedside tables-.
Me mira callado, tranquilo,
perfectamente perfecto.
Nunca había disfrutado tanto del silencio.

Invierno de nieve libre


Esa sensación de romper con todo,
de empezar de cero.
Ese aire de novedad que llega desde el norte
anunciando un invierno lleno de promesas,
de sueños e innovaciones,
de nuevos te quiero sin manchas de sexo.
Un invierno más frío y a la vez más luminoso y transparente
que el otoño cabrón al que estaba enganchada
en aquella estación de nostalgia.
Un invierno de nieve libre,
la mejor preparación para la primavera.  

La mujer que volvió a ver el mar


Una juventud agitada, años ochenta,
Alaska y Nacha Pop ponían ritmo a sus aventuras.
Alcohol, besos, humo, luces,
sexo inseguro a la luz de las estrellas.
Acetaldehído, mar, alquitrán, sombras.
Huidas inesperadas a plena luz del día.

-La vida a veces es una puta mal vestida-
y clava su mirada en mi hombro derecho.
-Él no merecía morir tan joven-
y yo fijo mi mirada en la carretera.

Silencio.

Intermitente a la izquierda.

Silencio.

Nadie merece morir tan joven.

Aquella tarde,
después de muchos años,
después de un funeral,
la llevé de nuevo a ver el mar
y juntas rompimos su cadena perpetua.



domingo, 17 de junio de 2012

Toda mi vida entra en el corcho de la pared


Toda mi vida entra en el corcho de la pared.
Toda mi gente inmortalizada en los colores saturados
del papel mate que me ofrecieron como
“mejor acabado para tus mejores recuerdos”.- Puro marketing-
Todos me miran desde allí,
ven como estudio ocho horas al día,
como escojo la ropa con la que saldré esta noche,
el modo en el que duermo después de leer
ese libro de autoayuda,
después de pensar que no sé qué hacer
con mis días,
jugando en mi desván desordenado
de sentimientos.
Son caras felices, inundadas de sueños y motivos,
miradas llenas de luz y cercanía.
Son las almas que me acompañan
en mis momentos de soledad.
Amigos de una vida,
los que siempre aceptan mis rarezas,
mi gusto por tener peculiaridades.
Los que siempre me perdonan,
aunque hayamos perdido la batalla.
Son los cuerpos con los que compartiré
esta noche de juventud y discotecas.

domingo, 6 de mayo de 2012

Los recuerdos de mi vida


Crecí rodeada de juegos, en una muralla de nieve,
recuerdo el portal, número 21, el patio del colegio,
a Raúl, primer amigo,
donde quiera que estés, espero que seas feliz.
Aquel año, mi hermana me contagió la varicela,
me enseñó a ser fuerte,
ella fue la sombra de mis pasos,
creatividad, expresión y danza,
quien más cuidó de mí en los últimos ocho mil setecientos sesenta días.
Mi padre me dio la sonrisa y el gen de la migraña,
me quitó los miedos y la maldad,
ascendimos juntos las cuestas de la vida en bicicleta.
Mi madre fue el cariño y la comprensión,
el resguardo en los días de tormenta,
me regaló valentía y justicia.
Ellos son los responsables de que mis sueños
siempre sean una victoria.

El viento me devolvió a Santiago,
a sus piedras y sonidos de lluvia,
en el 93 regresamos a los orígenes,
llegaron las palomas de la Algalia
y las tardes en el doce bajo.
Final de camino, para mí principio,
lluvia, noche y farolas de luz naranja,
en la esquina de la plazuela
una ventana verde,
detrás una niña y su pijama,
el viento se cuela por debajo del marco
y más allá del cristal
la visión de la zona vieja
se graba para siempre en mi retina.

Aprendí a jugar al fútbol, a los abogados,
a la Super Nintendo y al baloncesto,
me enamoré de la música gracias a un profesor
y descubrí mi vocación por culpa del destino:
seis cuerdas y un fonendo.

Me hice algo más mayor,
salté fronteras,
enredé palabras en alemán,
me declaré en una playa,
perdí el miedo a perder,
me enamoré varias veces
de la persona equivocada,
fallé a una buena amiga
y desde entonces
mi verdad
duele un poco más.

Grité en contra de la guerra,
de la homofobia, del racismo
y de la injusticia.
Desafiné mi guitarra
con canciones inventadas
en noches de verano y
encontré en la amistad verdadera
un billete de ida al paraíso.
Confesé mi amor cuando creí oportuno
aunque debería haberlo hecho más a menudo,
me arrepiento de todos los abrazos
y los te quiero que se quedaron
doblados en el armario.

He visto morir a la persona
que me enseñó a escribir cartas,
he sentido el frío de la ausencia
en sus letras de posguerra,
el temor al paso del tiempo,
al olvido, al futuro
y a que algún día
mis nietos descubran y tiren a la basura
los recuerdos de mi vida.
Tengo la esperanza
de que alguno de ellos
conserve por lo menos este poema,
que escribo a las puertas de los veinticuatro,
con la sensación de haber vivido
lo mejor del final y principio
de un nuevo y viejo siglo,
con las ganas de romper
el papel de regalo
de todos los años que quieran
dejar sus huellas en mi conciencia.

viernes, 4 de mayo de 2012

Pseudopoesía


Mentiría si dijese que todo anda bien,
llevo un tiempo intentando convencerme,
intentando ocultar las dudas
que me asaltan cada noche antes de dormir,
pero no soy tan buena actriz como creía
y algunas personas, las que me conocen bien,
ya se han empezado a dar cuenta.
No soy la persona que creía ser,
ni soy valiente,
ni fiel al amor propio,
ni a mis ideas.
Será por eso,
será por eso que escribo pseudopoesía. 

domingo, 22 de abril de 2012

Pensamientos desordenados


Hace más de un mes que sin querer
ahogo esas ganas irremediables de escribir,
realizando planes, enredando
pensamientos desordenados,
vuelan por mi cabeza.
Sin embargo hoy, después de tanto tiempo,
me encontré de nuevo desnuda
frente a todos mis sentimientos,
tropecé con todas las ideas de los últimos 37 días:
Acto, exámenes, guitarra, canciones, academia,
amores pasados, destino, vídeo, cumpleaños,
sorpresas, fotografías, Amelie, Madrid, Chueca,
engaño, dudas, Santiago,
especialidad,
familia,
Coruña,
Santiago.
Libertad.
Miedo. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Para siempre

Hoy me he dado cuenta de cómo pesan los años,
del ritmo imparable que ha llevado el reloj
desde aquel miércoles del ochenta y ocho.
Tal vez la culpa de todos estos pensamientos
la tenga esa puerta que en junio voy a cerrar.
Para siempre.

He descubierto las cicatrices que los otoños
han ido dejando en mis ruinas,
también me he dado cuenta
de cómo han envejecido mis padres,
así, de repente, sin avisar.
Me he imaginado en sus funerales,
con años a mi espalda,
con años y con sus recuerdos,
sus marcas y algunas alegrías,
algunas enseñanzas.

También estuve pensando en mis sobrinos,
en cómo van a obligarnos a cambiar de fase,
a ser un poco más serios y paternales.

A veces pienso que si no fuera por ti, mi amor,
preferiría el pasado al futuro.

Sé que la culpa de todos estos pensamientos
la tiene esa puerta que voy a cerrar en junio.
Para siempre.
Sé que es una falta de perspectiva
pero si pudiera escoger,
me quedaría en este momento.
Para siempre.

Tú ya sabes cuál es mi problema,
y es que no quiero crecer más,
no quiero empezar a morir. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Últimamente pienso que sería mejor...

Últimamente pienso que sería mejor
lanzarlo todo por la borda,
librarse de pesos innecesarios
que dificultan que nos mantengamos a flote.
Saltar en un bote salvavidas
que me aleje de estos mares
en los que llevo navegando tanto tiempo.
Esas ganas de huir, ya sabes…
De conocer otros puertos.
Y encontrarme en nuevos países,
descifrando idiomas desconocidos,
arriesgándome a no tener ningún mapa
que me oriente en un futuro.
Perder el miedo a perderme.
Olvidar parte de lo vivido
y empezar de cero,
con nuevos sueños,
con ambiciones sin estrenar.
Quisiera no tener que encadenarme,
nunca más, a muebles, casas,
ordenadores, trabajos, coches,
ciudades, bancos, hospitales,
objetos que den estabilidad.

Quisiera ser por una vez valiente.

Últimamente sueño que vuelo
y me pierdo en esferas furtivas,
terrenos perdidos y lejanos,
en los que la corrupción humana,
la necesidad de posesión
y el falso derecho al poder
aun no han dejado sus pisadas.

Últimamente necesito más horas de sueño.  

jueves, 23 de febrero de 2012

Volando a través de una canción pop


A un buen amigo

Una canción te puede transportar a un momento único en el pasado.
Recuerdo aquella noche como una hora irrepetible,
feliz, con ganas de echar a reír, vivir,
de hacer locuras y retar al tiempo,
pensado que nunca, nunca seriamos invencibles.
Y sin embargo ahora...

Hoy hace años de entonces (ocho),
febrero de confidencias en la habitación.
Nieve, aviones, teatro y ciudades.
Imagino que todos llevamos algo de aquel viaje
en nuestro cuerpo, a nuestras espaldas.
Yo desde entonces veo la vida desde otro prisma,
me fijo en los pequeños detalles,
en los pequeños gestos que nos hacen diferentes.

Reconozco la melodía, con la misma viveza que la primera vez.

No sé por qué a veces recuerdo aquella noche,
aquel tranvía y los disfraces.
Hoy, esperándote en esta esquina de la vida,
en un rincón de este bar,
me he descubierto recordando de nuevo,
impulsada por las notas, por este compás.

Tiene ritmo esta canción pop.

Te conozco desde hace tanto y tan poco tiempo amigo.

Espero que sigamos la música, el equilibrio del destino.
Yo sé que no olvidaré las líneas de voz
que hace ya tantos años empezamos
a dibujar en pentagramas compartidos.

De aquello hace ya tanto y tan poco tiempo amigo.

A veces el tiempo vuela
inundando todo de nostalgia,
contando la historia de mi vida,
haciendo destrozos en las costuras.
A veces, a veces el tiempo quema.

lunes, 20 de febrero de 2012

Escritura automática a altas horas de la noche

La vida, a veces sin avisar,
un contratiempo,
un redoble de tambor cercano
en cuerpos inundados de ausencia.
Necesito encontrarme con la ciudad,
volar por sus calles, meditar en sus bancos,
ver parejas sin miedo
amarse en los parques,
en la playa
en cualquier esquina.
Necesito encontrarme,
descubrir otros miedos,
respirar en lugares conocidos
sueños de papel.
Necesito saber que algún día me iré,
que a veces no aprovecho
el poco tiempo que tengo,
que a veces me muero de pena
apenas sin querer,
sin tener un porqué.

Escritura automática
a altas horas de la noche.
Trece de enero. 

Mañana aprenderás muchas cosas.