miércoles, 14 de marzo de 2012

Para siempre

Hoy me he dado cuenta de cómo pesan los años,
del ritmo imparable que ha llevado el reloj
desde aquel miércoles del ochenta y ocho.
Tal vez la culpa de todos estos pensamientos
la tenga esa puerta que en junio voy a cerrar.
Para siempre.

He descubierto las cicatrices que los otoños
han ido dejando en mis ruinas,
también me he dado cuenta
de cómo han envejecido mis padres,
así, de repente, sin avisar.
Me he imaginado en sus funerales,
con años a mi espalda,
con años y con sus recuerdos,
sus marcas y algunas alegrías,
algunas enseñanzas.

También estuve pensando en mis sobrinos,
en cómo van a obligarnos a cambiar de fase,
a ser un poco más serios y paternales.

A veces pienso que si no fuera por ti, mi amor,
preferiría el pasado al futuro.

Sé que la culpa de todos estos pensamientos
la tiene esa puerta que voy a cerrar en junio.
Para siempre.
Sé que es una falta de perspectiva
pero si pudiera escoger,
me quedaría en este momento.
Para siempre.

Tú ya sabes cuál es mi problema,
y es que no quiero crecer más,
no quiero empezar a morir. 

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