Miedo, compañero de cama de las últimas semanas,
juegos, torturas y madrugadas compartidas.
Indefensión ante fuerzas mayores,
incertidumbre ahogando pulmones,
ansiedad en forma de hambre.
¿Qué hago yo con tantas dudas?
Opción fácil: morirse lentamente.
Opción difícil: vivir mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario